Gn 39.1-23 - "Integridad, caminar con el Señor aún en tiempos difíciles" - Serie Génesis No. 86
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
En tiempos difíciles parece lo más razonable velar o luchar por lo que quieres. Cuidar a tu modo de tu bienestar aún tengas que pisar el de otros.
En tiempos difíciles parece que pensar en uno mismo es lo mejor aún como creyentes tengas que empujar a otros hacia el mal. A veces los creyentes somos piedras de tropiezo para el mundo. Y a veces nos escudamos en que son tiempos dificiles y situaciones difíciles donde ya no encontramos la ayuda de Dios y hasta nos vemos abandonados. ¿Dónde está Dios en nuestro sufrimiento por causas injustas? ¿Sigue teniendo propósitos? ¿Vale la pena seguir esperando en Él y caminando de acuerdo a sus altas demandas de santidad?
La Escritura tiene mucho que decir el día de hoy. El tema de nuestro mensaje es “Integridad, caminar con el Señor aún en tiempos difíciles” y está basado en Génesis 39.1-23.
EXÉGESIS Gn 39.1-23
EXÉGESIS Gn 39.1-23
Resumen:
La narración bíblica vuelve a la historia de José, un hijo de Jacob que fue vendido por sus hermanos. Ellos le tenían envidia por ser el favorito de su padre.
José fue entregado a los mercaderes y se dirige a Egipto donde será vendido como esclavo ¿Dónde está Dios en todo esto?
1 Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá.
La narrativa bíblica regresa a José después de enfocarse en Judá. Fue vendido con 17 años, separado de su padre y sus hermanos y el destino de su viaje es Egipto.
“..Potifar oficial de Faraón..” - Aparece un nuevo personaje. Su nombre Potifar significa “Aquel que Ra ha dado” (Ra es el dios solar en el que creen los egipcios). Este hombre es un oficial de Faraón, quiere decir, que es un hombre de autoridad en Egipto, que es cercano al Faraón o Rey de Egipto y es capitán de la guardia.
“..lo compró de los ismaelitas..” - Potifar puede comprar un esclavo joven, cuyo precio seguramente sería alto. José ya no era libre sino que era “propiedad” de Potifar egipcio.
2 Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio.
“Mas Jehová estaba con José..” - Pocas frases pueden ser tan extraordinarias como esta. Lo que dice este versículo es que a los ojos de los hombres José tenía un dueño egipcio, pero que a los ojos del Creador, José pertenecía al Señor.
“..y fue varón próspero..” - José era bendecido por Dios. Pero en realidad en el contexto de esclavo, esto quiere decir que toda tarea encomendada era llevada adelante por José y que Dios bendecía las tareas que él realizaba.
“..y estaba en la casa de su amo el egipcio..” - José es siervo de Potifar y desarrolla la mayoría de sus tareas en la casa de su amo. Por la edad de siguientes tareas de José que la Biblia menciona, él tendría que estar alrededor de 11 años en esta casa.
3 Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.
No se nos dice cómo Potifar ha vinculado a Jehová con José. No tenemos la descripción total de lo que sucede, pero es posible que al igual que Daniel, la adoración a Dios era visible y no secreta. Lo que sí se nos dice es que Potifar puede ver esta relación y está completamente convencido que Jehová está con José.
También este versículo muestra que Dios está bendiciendo grandemente al esclavo José. Todas las tareas delegadas por el amo son bendecidas por Jehová.
4 Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.
“Así halló José gracia en sus ojos, y le servía..” - José es un hombre digno de confianza a los ojos de Potifar. El capitán egipcio está conforme con todo lo que hace José.
“..y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.” - La confianza es alta y Potifar no tarda en delegar mayores responsabilidades a José. Con seguridad que no es el siervo más antiguo, tal vez sí el más joven, pero sin duda es el siervo más honesto, más leal y en quien puede confiar a totalidad.
Todo lo que está en la casa de Potifar está bajo responsabilidad de José. Ser mayordomo quiere decir que José ahora no solamente sirve sino también cuida por los intereses de su amo.
5 Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.
Potifar egipcio está prosperando bastante a causa de José. Jehová bendice a José y entonces bendice la casa de Potifar. No se nos detalla en qué manera se dan estas bendiciones. Se menciona “sobre todo lo que tenía”. Se puede entender esto como sus riquezas, sus bienes, la administración sobre sus bienes internos y externo, en la casa y en el campo, realmente todo.
¿Te imaginas bendecir tanto a otras personas por tu fe? Este era José.
6 Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
La confianza de Potifar sobre José es grande. José era digno de esa confianza. Este es uno de los primeros ejemplos en la Escritura donde los creyentes son de bendición para los no creyentes. ¡Hay muchos ejemplos donde no lo son! pero este es maravilloso por la integridad de José.
Si tuviésemos que compararnos con el esclavo José. Nosotros los que tenemos libertad, usamos muchas veces esa libertad para alejar a las personas del Señor y no acercarles más a ÉL.
“..y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía..” - La administración de José es honesta y eficiente. El amo tiene confianza plena y no se preocupa más, pues las manos de José podrían ser mejores que las del amo mismo. La Biblia dirá más adelante (Gn 43.32) que para los egipcios es abominación comer con los hebreos y de forma general no permitían que un extranjero toque sus alimentos. Así que solamente se encarga del pan que come.
“..Y era José de hermoso semblante y bella presencia.” - Esta es la descripción física de José. Él tenía buena apariencia, era joven, hermoso semblante como dice la Biblia y bella presencia. Pero esto y su honestidad llamaría mucho la atención de una mujer.
7 Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.
No solo José ha impresionado a su amo con su trabajo, confianza y honestidad al administrar la casa, sino que la esposa también se ha impresionado.
Aparece en escena una mujer que va a ser importante para este relato. Pero esta no es una buena mujer.
“..que la mujer de su amo puso sus ojos en José..” - La esposa de su amo ha quedado cautivada por la belleza física de José y su intachabilidad. José es un hombre integro pero la mujer es esclava de sus deseos carnales o sexuales y de inmediato tiene planes perversos.
“..y dijo: Duerme conmigo.” - Hoy en día esto parecería ser algo tan común. En el mundo egipcio también lo era. A los ojos de un mundo contaminado, esta invitación sería tan normal. La mujer perversa de Potifar está pidiendo a José que puedan tener relaciones ilícitas. Esto es más complicado aún porque José es esclavo o siervo y ha ido creciendo poco a poco, y en una sociedad decadente como la egipcia, aceptar esta propuesta podría llevarle a crecer mucho más en responsabilidades por tener el respaldo de la esposa del amo.
8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
“Y él no quiso..” - José siendo tentado tomó la mejor decisión. No aceptó la propuesta indecente de la esposa de Potifar, que honraba a la carne y no a Dios que “estaba con él”.
Nos quedamos asombrados ante una escena tan impactante como esta. Cuando el mundo se está cayendo a pedazos y hundiéndose en la inmoralidad, aún de creyentes, hay personas como José que pueden decir NO a las relaciones inmorales e ilícitas.
"..He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.” - José se está cuestionando y está diciendo a la esposa lo que tendría que haber salido de forma natural de ella. José honra más al señor de la casa que la misma esposa. En otras palabras José se pregunta: “¿Cómo yo podria hacerle esto a mi señor que ha puesto toda su confianza en mí?
Tristemente hay muchas personas y también creyentes que no tienen problemas con esa respuesta el día de hoy. Para la esposa de Poticar, el adulterio y la fornicación no significaban ningún problema.
José acaba de desmostrar que es un hombre ÍNTEGRO. En cambio, la esposa acababa de demostrar que no era una mujer íntegra, que su deseos carnales gobernaban sus acciones y sobre todo eran mayores a la honra a su esposo.
Y continúa José dando su respuesta:
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
José tenía una responsabilidad delegada y estaba sobre todas las cosas y tareas de la casa de Potifar, pero era fiel a lo instruido por su amo quien le había reservado a su esposa, es decir, él no podía tocar o involucrarse con su mujer.
“..¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” - Estas parecen ser palabras incomprensibles. El mundo o el tentador podría decirle a José: “¿En serio José, te guardas de pecar cuando Dios te ha desamparado? ¿no fue tu Dios quien acaso ha permitido que seas vendido y alejado de tu padre para siempre? ¿Vas a guardarte de pecar contra el Dios que no te cuidado en todos estos años y más años que pasarás en tierra desconocida?”
José realmente es un hombre íntegro que honra a Dios. No puede tomar lo que su amo le ha prohibido porque no estaría deshonrando a su amo únicamente, sino que estaría pecando contra Dios.
Para José las condiciones difíciles que puede extenderse por muchos años más no son las que determinan sus acciones, sino es su fe en el Señor.
¿Cuántas personas se quejan contra Dios, o se alejan y hasta pecan libremente porque están pasando situaciones difíciles? ¿Acaso el Señor merece únicamente nuestra santidad cuando nos da lo que deseamos y no cuando no tenemos lo que queremos?
10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella, 11 aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.
“Hablando ella a José cada día..” - La mujer de Potifar era insistente. El “NO” de José no era suficiente y su deseo carnal tenía que quedar satisfecho.
La oportunidad había llegado. Un día no hay nadie en casa sino tan solo José y parece ser el momento perfecto para la mujer.
Para los ojos de la mujer, en la casa hay un hombre esclavo y una mujer libre, y para los ojos de Dios hay un hombre libre y una mujer esclava del pecado.
12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.
La mujer toma a José por la fuerza. Eso es lo que significa “asir” (tomar). La petición ya incluye acción física de la mujer y vulnera la decisión de José.
En nuestro contexto y tiempo no parece ser algo tan sencillo obtener la ropa de alguien, esto necesariamente requiere mucha violencia o cooperación de la otra persona, sin embargo, la vestimenta de los siervos podría haber sido mucho más sencilla en el tiempo y cultura egipcia, una túnica y un cinto.
“..Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió.” - A veces podríamos imaginar una escena donde hay un joven luchando con la tentación y apenas aguantando y escapando de esta situación. En todo caso es una buena actitud, pero la narrativa bíblica parece indicar otra situación que mayormente pasa desapercibida: Un hombre que escapa por el terror producido de pecar contra Dios y faltar a su amo. José no era un hombre que apenas estaba luchando con la tentación, era un hombre firme de convicciones que vivía por no pecar contra Dios.
En este punto de la historia la situación acaba de ponerse en desventaja para José y trágicamente va a cambiar:
13 Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera, 14 llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces; 15 y viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y huyó y salió.
“Cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera..” - La perversión de la mente y el corazón de esta mujer, ya le permite planificar su siguiente mal. Parece no haber pausa en los deseos perversos de esta mujer y va a vengarse por el desprecio de José. Tiene la ropa de José en sus manos y él sería encontrado huyendo como si hubiese cometido un gran mal. Todo estaba a favor de esta mujer.
“..llamó a los de su casa..” - Esta frase no puede pasar inadvertida en nuestro estudio. Si había gente que podría estar en contra de José eran todos los otros siervos. Ellos, jóvenes y antiguos, habían sido superados por José en todo sentido y eran los corazones ideales para sembrar el mal contra José y obtener el apoyo que tanto deseaba la mujer.
“..Mirad, nos ha traído un hebreo para que hiciese burla de nosotros..” - La mujer cambia el falso ataque a únicamente ella por un ataque más grande que incluía a todos los de su casa. Ya no es solo un tema de acto indebido, sino que la mujer lleva a un tema racial, social y de desprecio.
“..Vino él a mí para dormir conmigo..” - La mujer presenta a José como el descontrolado sexualmente y como quien ha deshonrado a su amo y a su casa.
“..y yo di grandes voces..” - La mujer también se presenta como una persona correcta moralmente. Ella es mentirosa pero tiene las ropas de José. Ella tiene todo a su favor para engañar a los de la casa ante la huída de José. Quien estaba sedienta de complacer a su carne, ahora se presenta como la víctima de un ataque que podía ser condenado con la pena de muerte.
16 Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa. 17 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. 18 Y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí y huyó fuera.
“Y ella puso junto a sí la ropa de José, hasta que vino su señor a su casa..” - La mujer está tan segura que su esposo la escuchará y entonces le hará justicia. No quiere correr ningún riesgo para ser expuesta como adúltera y entonces es mejor incriminar a José. Esta sería su venganza contra el siervo que la había despreciado. Esta mujer está confiada en su marido pero desconoce totalmente que hay Juez sobre la tierra y es el Creador.
“..El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme..” - Esta mujer es astuta, no solo acusa a José de su severa falta sino que dice a su esposo que él lo ha traído, haciéndole responsable de las obras de su esclavo y de esta manera presionando sobre las acciones a tomar por parte de Potifar.
“..y cuando yo alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mi y huyó fuera.” - La mujer se presenta frente a su esposa como correcta y fiel y presenta a José como un hombre que es acusado de intento de violación.
19 Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. 20 Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.
El problema de Potifar es que ha escuchado más a su esposa que al testimonio de Jehová que se hizo evidente en obras delante de él a través de 11 años que José estuvo con él viviendo de manera justa. Hemos visto anteriormente que Potifar sabía que Jehová estaba con José. Pero aquel que escucha más el testimonio del mundo, muy poco puede comprender acerca de Quién realmente es Jehová.
“..se encendió su furar.” - No se nos dice contra quien está enfurecido. ¿Será con José? ¿Será con su esposa? ¿Será que tan solo quiere cuidar su dignidad y honor sabiendo en el fondo que su esposa es más sospechosa que José?
“..y lo puso en la cárcel..” - Un comentarista bíblico dice: “Parece que Potifar cree en el fondo más a José que a su esposa, porque sino el castigo no hubiese sido la cárcel sino la muerte”.
Realmente no podríamos precisar a quién cree Potifar más, el texto es difícil. Por un lado actúa para castigar a José, pero por otro, no lo lleva a la muerte, que era el castigo esperado sino que parece resguardarlo en la cárcel. En todo caso, Potifar obra mal, porque no tiene el valor de hacer lo que es correcto.
Hagamos una pausa, la pregunta que no podemos esquivar es: ¿Dónde está el Señor en este momento? Nuevamente, podríamos escuchar el pensamiento del tentador y del mundo: “José: ¿Es este tu Dios, aquel que primero te descuida y permite que te vendan, te aleja de la casa de tu padre, y ahora, que te esforzaste por no pecar, por honrar a Dios, Él permite que te vayas a la cárcel? ¿A este Dios que abandona tanto y que parece insensible a lo que te sucede, a Él quieres servir?”
¿No han llegado esas preguntas a tu vida en las situaciones más difíciles que has atravesado? ¿Dónde estás Señor?
Y la Biblia va a responder contundentemente esto en la última parte de este versículo.
“..donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel” - El Señor tenía planes para José y no era casualidad que ahí estuviesen los presos del rey, porque pronto uno de ellos sería el instrumento para manifestar la grandeza del Señor y la salvación a la casa de Israel a través de José delante de Faraón.
El Señor sin duda alguna estaba presente, así como está presente en las circunstancias más difíciles de nuestras vidas.
21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel.
El Señor no se había apartado ningún momento de José. La cárcel o la injusticia no significaba que Dios se había olvidado de José. Al contrario, que José era receptor de su misericordia y gracia.
“..y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel..” - No se dice en la Escritura algún mal que José haría o reaccionaría por causa de todo esto, sino que el Señor lo seguía bendiciendo.
22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
José no fue desanimado en su fe, ni en sus buenas obras o conducta ejemplar, sino que él seguía siendo un hombre íntegro y por tanto digno de la confianza del jefe de la cárcel.
Esto es realmente increíble porque José había entrado a la cárcel con el antecedente de que es un hombre que traiciona a su jefe según su conveniencia. Pero ni aún el testimonio del egipcio podía cambiar la bendición de Jehová sobre José. De hecho, hay eruditos que creen que sería Potifar mismo que habría recomendado a José al jefe de la cárcel.
“..porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.” - Se nos dice tantas veces que Jehová estaba con José. Estuvo con José en la injusticia de sus hermanos, en su condición de esclavitud, en la casa de Potifar y sobre sus cosas, en la injusticia a causa de la esposa, en la cárcel donde estaba y donde iría a pasar dos años.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Aún nos falta más de la historia de José, pero en esta porción podemos encontrar valiosas enseñanzas de la Escritura.
El creyente debe ser de bendición al no creyente. Los cristianos debemos ser instrumentos del evangelio de Cristo y no causas de decepción de la fe en el Señor.
El creyente debe ser de bendición al no creyente. Los cristianos debemos ser instrumentos del evangelio de Cristo y no causas de decepción de la fe en el Señor.
José bendijo por su fe la vida de su amor Potifar. Todo lo contrario a lo que suele pasar. Muchas veces el creyente es de tropiezo para los incrédulos. ¿No has escuchado que mucha gente no asiste a las iglesias porque los cristianos son hipócritas? Aunque es un razonamiento incorrecto porque cada uno dará cuentas de sí ante Dios, ¿no somos muchas veces los cristianos piedras de tropiezo para el mundo?
En vez de acercar a esta generación de perdidos, a veces los alejamos más. José no era así. Tenía cualidades poco comúnes respecto a nuestra época. José era tan digno de confianza por la fe que mostraba que bendecía la casa de su amo. José llevaba las bendiciones de Jehová a la casa de su amo por causa de su testimonio.
La aplicación es sencilla pero necesaria: Seamos de bendición a los que aún no conocen a Cristo como Salvador. No los empujemos a alejarse más de lo que ya están.
12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Realmente podemos alcanzar a otros con nuestro testimonio. Tenemos una tarea misionera. Podemos acercar a la gente a la salvación preciosa de Cristo, podemos llevarles a la luz del Salvador si tan solo hubiese consecuencia entre nuestra fe y nuestras obras.
También podemos aprender de la Escritura a través de la vida de José otro gran principio:
El cristiano comprometido camina al lado del Señor en INTEGRIDAD y se aleja de toda situación de pecado e inmoralidad.
El cristiano comprometido camina al lado del Señor en INTEGRIDAD y se aleja de toda situación de pecado e inmoralidad.
Qué increíble lo que ha hecho José. Este si era un hombre comprometido con el Señor. Era esclavo de Potifar y de su señora pero no era esclavo del pecado. Era privado de libertad y servía en la casa de su amo pero vivía en la libertad del Señor para tomar decisiones correctas. José había sido vendido a los mercaderes y a Egipto pero él no se había vendido a un sistema corrupto e inmoral de la carne y del pecado.
¿Somos creyentes comprometidos como José? O acaso ¿Estamos tan lejos de ser similares? Es posible que en esta parte de nuestras vidas necesitemos SEVEROS CAMBIOS Y grandes AJUSTES que solo pueden venir por la Obra del Espírtu Santo de Dios.
Tal vez nos jactamos de nuestra libertad, en cualquier sentido que sea, económica, social, financiera, profesional, familiar, pero tal vez eres esclavo del pecado y de lo inmoral. Si esto fuese así, no hemos comprendido que QUIEN MUERE EN LA CRUZ ES SANTO y muere por nuestros pecados. ¿Acaso no podemos responder con santidad e integridad a la gracia del Señor?
El mundo está plenamente contaminado. Lo inmoral no es un inconveniente. Pero el auténtico creyente no mide su comportamiento por las costumbres inmorales del mundo sino por las demandas santas del Salvador y Señor Jesucristo.
Un historiador llamado Marcial en el primer Siglo dijo: “Egipto era conocido como el hogar de la falta de castidad” y hacía referencia a su gran inmoralidad. Y ahora nos preguntamos ¿Cómo José podía ser puro en el peor lugar? Hoy también vivimos en un mundo de inmoralidad y ¿por qué ya no encontramos creyentes puros como José?
Hace poco un hombre no creyente, padre de familia, estaba muy confiado y agradecido que su hija jovencita estuviese saliendo o enamorando con un joven cristiano. Él estaba a la expectativa de algo nuevo, bueno y diferente para su hija. Unos meses después el padre lloraba porque su hija fue golpeada por aquel joven “cristiano” cuando este joven se enteró que producto de su relación ella estaba embarazada. ¿Cuánto más tenemos que decepcionar al mundo los jóvenes creyentes? ¿Cuánto más tenemos que ensuciar el nombre del Señor Jesucristo? Hemos olvidado la santidad del Señor.
La aplicación para los jóvenes y en realidad para todos, adultos, hombres y mujeres es que tenemos que caminar en sendas de INTEGRIDAD como lo hacía José.
1 Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.2 Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús;3 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;4 que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;5 no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
El cristiano comprometido camina al lado del Señor en INTEGRIDAD y se aleja de toda situación de pecado e inmoralidad.
Todo esto nos lleva al siguiente principio que se observa en la vida de José:
La integridad del creyente no depende de las condiciones o las situaciones que uno experimenta sino de convicciones profundas de temor al Señor.
La integridad del creyente no depende de las condiciones o las situaciones que uno experimenta sino de convicciones profundas de temor al Señor.
José es un extraordinario ejemplo de temor al Señor.
A veces uno siente que tiene permiso para pecar o hacer las cosas a su manera cuando las situaciones parecen mostrar que Dios no está presente. Ojalá no sea nuestro pensamiento.
José era esclavo y estaba e la peor situación, alejado de su padre y en situación de calumnia e injusticia pero se guarda de pecar.
Lo que el mundo llama aventura o algo normal y pasajero, José llama “grande mal y pecado contra Dios”. Y esto no dependía de la situación temporal que él estaba atravesando.
INTEGRIDAD es justamente honrar los principios divinos independientemente de las condiciones humanas que pueden ser a veces muy difíciles.
Integridad no es santidad condicional. Integridad es perseverar en la rectitud moral por el temor a Jehová.
1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
2 El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
¡Seamos íntegros! José en la cárcel y en Egipto puede ser íntegro. Siendo libre o esclavo puede ser íntegro. En cambio, en nuestro tiempo las relaciones sexuales parecen ser el consentimiento sencillo de dos personas, mas para José este consentimiento tenía que venir del Señor. La integridad no depende nunca de las circunstancias por más difíciles que sean estas en tu vida.
Y esto nos lleva al último principio encontrado en esta porción:
El Señor actúa en el silencio del tiempo y aún a través de situaciones sumamente difíciles. El Señor seguirá obrando de acuerdo a Sus propósitos mientras el creyente debe mantener su esperanza en Él.
El Señor actúa en el silencio del tiempo y aún a través de situaciones sumamente difíciles. El Señor seguirá obrando de acuerdo a Sus propósitos mientras el creyente debe mantener su esperanza en Él.
¿Dónde estaba el Señor en esta situación tan difícil e injusta para José? ¿Por qué Dios permite que pasemos por tanto sufrimiento? Por supuesto estamos hablando del sufrimiento que viene por cumplir la ley del Señor o por una vida justa. Hay otro sufrimiento que viene por el pecado. A veces confundimos esto y nos sentimos abandonados en el sufrimiento de nuestro propio pecado. José estaba sufriendo por su fidelidad, integridad y santidad.
Hay un evangelio de la prosperidad que te dice que Dios tan solo quiere tu éxito y que todo te salga bien. Esto es sumamente falso en la Escritura. Dios sí quiere que estés bien. Y no hay ningún bien mayor que ser hecho a la imagen de Cristo y el Señor permitirá según su misericordia, amor, justicia y soberanía, que tengan que pasar cosas en tu vida, aún sean difíciles mientras eres transformado a la preciosa imagen de Cristo.
“Prosperidad” para el hombre es distinto a “Prosperidad” para el Señor. En la prosperidad del hombre, el hombre tiene que estar bien en economía, salud, familia, profesión y trabajo. En la prosperidad de Dios, Cristo se manifestará en la vida del creyente para que Él sea glorificado y para que se manifiesten Sus propósitos de eternidad aún en condiciones difíciles de economía, salud, familia, profesión y trabajo. José nunca perdió la esperanza en el Señor y el Señor nunca dejó de estar con José.
¿Porque han pasado tres o cuatro días difíciles te sientes abandonado?. José fue esclavo de Potifar aproximadamente 11 años y estuvo en la cárcel por otros 2 años y nunca se sintió abandonado, realmente nunca estuvo abandonado.
La escena de la cárcel y la injusticia hacia José parece estar tan alejada de los sueños que tuvo. Pero este hombre puede estar en la cárcel injustamente y en la peor situación pero seguía esperando en el Señor. Estas son las palabras de José más adelante a sus hermanos:
5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.
A esto se llama PROVIDENCIA. Jehová estaba no solamente salvando a José, estaba salvando al pueblo de Israel y utilizando todos los eventos largos, injustos y difíciles para salvar al pueblo de Israel y preservar la línea mesiánica de uno de sus hijos y gracias a eso, nosotros podemos ser salvos en Cristo.
A este Señor totalmente maravilloso y que está dispuesto a perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad si creemos en Él, a Él vamos a orar. Oremos.